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Ya llegamos a octubre. Toca el cuello en mi calendario y agenda Cuerpo de Mujer. Qué difícil fue hacer un cuello, un cuello tan largo…Ese lugar mágico de expresión y hay tanto por decir y cantar… Pero hagámoslo con respeto por favor.

Ilustración: «Amo mi cuello». Acrílico sobre papel hecho con amor por Elena Caballero.

Mi cuello es el delicado tallo que conecta mi cuerpo con mi cabeza y mis sentidos. No importa si es largo o corto, terso o arrugado, porque a través de él lanzo al mundo mis palabras y el canto que yo soy. En mi garganta, rueda la energía del quinto chacra, relacionado con mi capacidad de comunicar y expresarme. Como nexo vital entre el fluir de mi corazón y mi mente, a menudo, en el cuello, quedan estancados los conflictos anímicos.

Cuando nos damos permiso para expresar, a través del habla, nuestras sensaciones, ideas o sentimientos, nos liberamos. Así, no guardamos en el cuerpo las palabras no dichas, como residuos que pueden bloquearnos. Por eso, des-ahogarnos nos sienta tan bien. Además, al pronunciar lo que llevo dentro, brindo a los demás un espacio liberador donde poder expresarse a su vez.

Resulta curioso que el primer paso para comunicarse bien sea saber escuchar. Y, antes que nada, a mí misma. Escuchar lo que llevo dentro y necesito transmitir al mundo. Sólo así puedo manifestar el ser que soy y llegar a la coherencia entre lo que pienso, siento y digo. Revelar mi verdad, implica a veces, tomar decisiones que asustan. Pero qué sanador serme fiel y poder afirmar con un buen escote: ¡Expreso lo que hay en mi corazón!

Ayuda mucho a la autoexpresión escribir en un cuaderno lo que te ocurre y cómo te sientes. Practícalo cada mañana temprano como un ejercicio diario que, más que a la congruencia y a la corrección, tienda a plasmar tus vivencias y a dejar fluir tu corazón.

Tumbarte en la hierba, contemplar el mar, cantar, meditar, hacer rituales o escuchar el silencio, son acciones que pueden inspirarte a sacar de tu delicado tallo todo aquello que está destinado a florecer en ti y que se merece salir a la luz.

 

¿Cómo expresas lo que eres?

 

Hola septiembre, nuevo curso, nueva era, casi nuevo año. Siempre celebro el 31 de agosto como si fuera otro Fin de Año, o fin de estación. Nueva oportunidad para crear, recrear, inventarse otra forma de estar en el mundo. ¡Qué aburrido ser la misma niña asustadiza! La cuido y la acepto pero ahora elijo confiar en mi fuerza, en mi capacidad para cocinar mi vida y bailarla a mi gusto! Vamos a ver si nos inspiramos un poco… con este Cuerpo de Mujer que tenemos!

Ilustración: «Mis brazos y manos, ramas de mi corazón». Acrílico sobre papel hecho con amor por Elena Caballero.

Me gusta ver a mis brazos y manos danzar cual amapolas meciéndose en los campos, y utilizarlos para todas las actividades creativas del mundo. Brazos milagrosos que a todo alcanzáis, fieles mensajeros entre la realidad y mis sueños. Cuanto más creo, más capaz me veo y más feliz me siento. Haciendo encuentro mi elemento.

Brazos y manos están muy vinculados al corazón. De hecho, casi salen de él, por eso expresan tanto. El sentido del tacto tiene poder sanador, siendo capaz de liberar viejos bloqueos de energía estancada. Cuando abrazamos nos recargamos de inmediato. Incluso el automasaje, despierta la sensibilidad dormida de cada célula. Por eso, a pesar de que muchas veces lo he temido, hoy me rindo al inmenso poder del tacto.

Como todos los paisajes corporales, los brazos también sufren su metamorfosis. Con la edad, pueden salirle alas. No te inquiete ver colgar la piel de tu brazo. Estas alas se abren, también, en sentido literal. Los brazos representan, además de tu potencial de acción y tu fuerza, el poder de expresar y abrirte al amor. Por los crecientes surcos azules del dorso de tus manos, si lo permites, tu corazón puede latir más hondo cada año.

Las manos son muy sensitivas. Todas podemos activarlas y abrirnos a recibir la energía sanadora del universo para transmitirla. Es muy simple, pon la atención en la palma y, sin forzar, permite que lo que tenga que ocurrir, ocurra.
Da voz a tus manos. Pinta, cocina, escribe, amasa, baila, teje, inventa, toca, abraza, … Eres el útero creador del universo. Encuentra tu elemento como prodigiosa artesana. Tus creaciones tienen éxito cuando rompes tu armadura y permites hablar a tu corazón

 

¿Cómo hablan tus manos?