Ciclos / Elementos / Rituales / Conexión con la Tierra / Ecofeminismo

Dentro del proyecto Mujeres de la Naturaleza, dibujé a esta Mujer Tierra como una madre alimentando a su bebé y puse en su boca estas palabras: «Soy la sólida Dama de la Tierra, fértil y oscura. Sostener la vida es mi gran poder femenino. Al igual que una madre, acojo a todos sin juicios. Alimento y doy a luz. Simbolizo la materia, el elemento más físico y receptivo de los cuatro y encarno la parte instintiva del ser humano.

Ilustración: «Mujer Tierra». Acrílico sobre papel hecho con amor por Elena Caballero.

Conecta conmigo a través de los sentidos. Bailar descalza sobre mi piel rescata la memoria de quién eres, pues mis infinitas raíces invisibles, te conectan con la vida salvaje y ancestral que fluye bajo tus pies.

De mí, tierra generosa y sensual, brotan los más espléndidos frutos si me cultivas con semillas sanas, abono natural y buenos cuidados. Con este proceder, devuelvo los afanes multiplicados, para que tu cuerpo florezca a su vez.

Frente a la ignorancia de los voraces mercados que expolian y contaminan mi vientre, urge reivindicar que soy sagrada. La mujer, debe creer en su fuerza como guardiana de la vida para lograr el respeto por la diversidad, la dignidad y la salud de toda la humanidad.

Como Dama de la Abundancia, te ruego que recuperes la pasión por danzar y jugar en el barro, sea cual sea tu edad. Frente al cemento y el plástico, puedes encontrar, en mi regazo, la paz».

 

¿Hace cuánto que no caminas descalza sobre la tierra?

¿Cómo te imaginas a tu Mujer Tierra?

 

Recién estrenado julio qué mejor que imaginarnos en nuestros escenarios naturales favoritos, no? Para pintar la Mujer Mar me inspiré en la gran ola de Kanagawa, del maravilloso artista japonés Katsushika Hokusai (1760–1849). La fuerza inmensa de ese dibujo estaba en mi mente cuando quise reflejar el significado que para mí tiene la mar como gran madre del planeta. Ojalá puedas darte muchos baños en ella, escucha, escucha lo que te dicen sus aguas…

Ilustración: «Mujer Mar». Acrílico sobre papel hecho con amor por Elena Caballero.

 

La gran ola de Kanagawa de Hokusai

«Soy el mar, la mar, la madre original, de donde todas las criaturas proceden y adonde todas vuelven. Estoy aquí y allí, arriba y abajo, adentro y afuera… Envuelvo con mi manto todo el planeta, tiñéndolo de azul, como una impresionante esfera de agua, vista desde el espacio.

En la cultura esquimal, recibo el nombre de Sedna, reina de las profundidades y la más anciana de todos los seres. Soy la diosa con cola de pez, la ballena sagrada que da vida a los pueblos. Yo decido qué animales se pueden capturar para comer y cuáles deben ser respetados, si no, me enfurezco.

Un abrazo colosal te espera cuando caminas por la arena hacia mí. Te zambulles, y al bucear, te aíslas de inmediato del mundanal ruido. En mi fondo reina un asombroso silencio, el de la meditación profunda. La mente se aquieta cuando te atreves a observar el oleaje de tus pensamientos, sin engancharte a ninguno.

Mis inmensas aguas representan el mundo de tu inconsciente. La parte informal, femenina y voluble de las emociones. Soy como la psique humana. La superficie representa el movimiento atropellado de los pensamientos, mientras que en mi fondo, yacen la calma, la meditación y el sueño.

Entra en mí con respeto y sin miedo. Abandónate. Yo te meceré para colmarte de tesoros y despertarte de la cabeza a los pies».

(Texto para el mes de julio de mi calendario Mujeres de la Naturaleza 2016).

 

¿Qué es el mar para ti?

¿A qué nueva mujer renaces tras zambullirte en el mar?

(Lánzate al mar…y dime algo… 😉