Cuando llega esta época explosiva de la primavera nada como caminar consciente, con todos los sentidos posibles, enfocados en la naturaleza. Así todo se vuelve enseñanza y aprendizaje. Pero si no abandonas tu charla interna, estás cieg@ a todo lo que ocurre ahí fuera.
Toca echarle freno a este runrún. Y después, tras un rato de nada, verde y silencio, surgen decretos, palabras, sentires, improvisados poemas. Alocados apuntes para avivar la creatividad, esa que me devuelve a la vida:
«Cuando tengo el coraje
de callar a mi censor interno,
el mundo viejo se derrumba,
y puedo jugar y disfrutar tranquila
con mi niña interior.
Qué alegría transformar su esencia
en mis propias obras,
experimentos, danzas,
abrazos, poemas;
nacer a un espacio nuevo
donde floreces libre,
amor».
E.C.
¿Has escrito ya tu pequeño poema esta primavera? Me encantaría leerlo!
0 comentarios

Escribe un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Escribe un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio esta protegido por reCAPTCHA y laPolítica de privacidady losTérminos del servicio de Googlese aplican.