Boceto de La Mujer Equinoccio 2021.

Llega hoy la primavera y con esa excusa subí a la montaña a estar cerca del río por unos instantes. He aprendido que es importante estar cerca de la naturaleza en estos momentos clave del año: solsticios y equinoccios, para recargarnos de energía, pues todo el planeta está al compás de la potente energía del sol, en su máximo o mínimo grado o en su justo punto medio, como es el caso. El agua estaba helada por supuesto pero quise descalzarme y sentirla por el puro gusto de sentir vida de verdad bajo mis pies. Me mojé también la cara, el cuello y las muñecas y luego  continué descalza hasta sentarme en una roca. Caía una nieve muy tenue y el sol asomaba tímido entre los altísimos árboles.

Era el lugar ideal para improvisar un pequeño ritual de bienvenida a la nueva estación. No hice algo complicado, solo puse la conciencia de querer florecer y se lo pedía mentalmente a todo lo que me rodeaba. Pero antes hice dos cosas importantes según nos enseñan los pueblos originarios: pedí permiso antes de entrar en el lugar, y agradecer por toda la abundancia que nos da la madre naturaleza, la Pachamama según la sabiduría ancestral.

Volví a la ciudad totalmente cargada y contenta. A la tarde había convocado un breve encuentro online con mis amigas, para dar la bienvenida al Equinoccio. No es lo mismo que hacerlo todas al aire libre como tocaba, pero logró juntarnos a mujeres de Madrid, Alemania, Málaga y Almería en una misma «habitación». Les quería compartir lo importante de hacer pequeños rituales de bienvenida a las estaciones, como forma de honrar la vida, honrar los ciclos, algo que se nos ha olvidado por este tipo de vida apresurada y equivocada que llevamos.

En el equinoccio celebramos que el día y la noche duran por igual en todo el planeta, un equilibrio que podemos aprovechar a nivel interior para armonizar nuestro propio cuerpo. ¿Cómo? Pues podemos hacer un pequeño balance del trimestre anterior, del invierno, reflexionar sobre los aprendizajes y después enfocarnos en las semillas que queremos sembrar y activar en esta primavera. Si finalizas con una ducha consciente envuelta en aromas de algún aceite esencial tipo floral o a tu gusto, puedes estimular tu sensualidad y tu apertura al mundo.

Es un tiempo sagrado, según nos recuerda el sincronario solylunar que realicé este año y nos ayuda, si estamos atentas, a equilibrar nuestra dualidad: luminosa y oscura, masculina y femenina, activa y de descanso, exterior e interior, material y espiritual. Aprovechemos pues para equilibrarnos, para abrazarnos con esos dos aspectos y a enfocarnos en el potencial que somos. Esa es una gran tarea para sostenernos en este nuevo tiempo. Aceptar nuestra dualidad e ir sanando nuestras heridas nos ayuda a florecer a nuestro ser más auténtico. Y si nos caemos, nos limpiamos las rodillas y nos levantamos, o pedimos ayuda para superarlo. Todos estamos hechos de la misma esencia.

 

Yo quiero enfocarme en activar mis sueños para el nuevo ciclo y dejar de posponerlos. El poder de la intención obra milagros. Mira las semillas, mira a tu alrededor, mírate. Para ello, me he propuesto contactar más a fondo con la Naturaleza a diario y, sobre todo, confiar. Y de verdad, hay magia. Todo es posible en primavera. Incluso conseguir que un grupo de mujeres escojan pasar una hora y media de su tiempo, delante del zoom para celebrar juntas la primavera. ¡Qué siga floreciendo esa tribu!! GRACIAS GRACIAS GRACIAS!!

 

¿Qué semillas quieres hacer florecer en tu vida este nuevo tiempo?

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